Estaba muy ocupada en mí misma y no tenía tiempo. Mi niño creció de repente, algo le sucedió, lo podía sentir, pero yo seguía ocupada.
Un día me miró y no dijo nada. Se fue.
Después me enteré lo que pasó: lo tocaron de la forma mas despreciable.
Lo busqué, quería pedirle perdón y una oportunidad, pero era tarde. El había decidido olvidarme y solo me dijo ¿Dónde estabas cuando mas te necesité? Te pedí ayuda, grité y no me escuchaste, te amaba mama…
Pero tu moriste el día en que me quedé solo en un rincón indefenso...
Entonces lo perdí.
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